domingo, 13 de febrero de 2011

Herbert Marcuse: nuestra idea de libertad y 1984

Por: Ma. Fernanda Vergara Bernal


Herbert Marcuse, filósofo y crítico de la sociedad moderna mencionaba que escoger libremente entre una amplia variedad de bienes y servicios no significaba libertad, ya que la mayoría de estos bienes sostienen controles sobre una vida de alineación entre los individuos.
La filosofía cristiana sostiene que los humanos en esencia tenemos como regalo de Dios el libre albedrio a través del cual nos ejercitamos para tomar nuestras propias decisiones. Podemos actuar, hacer y pensar lo que queramos, dado que tenemos la capacidad de eludir cualquier impedimento externo que existiera.
Pero el hombre no vive solo, estamos rodeados de otros que gozan de la misma libertad, esto nos lleva a entender que nuestra libertad no es ilimitada, ya que la existencia de otros hombres libres como nosotros nos lo impide.
Entonces, ¿el ser humano es realmente libre?, ¿la sociedad no nos moldea desde que nacemos? Pero por otro lado, poseemos instintos que no podemos y sabemos controlar.
El ser humano se rige por las normas que desde que nace le impone la familia, y que condicionan su libertad. Después de estas vienen las leyes sociales, que las crean personas de un mismo entorno para organizarnos mejor en sociedad y convivir de mejor manera, estas leyes limitan de forma muy marcada la libertad.
Las leyes, normas y formas de gobierno limitan nuestra libertad, al momento de elegir a nuestros gobernantes, nos basamos en métodos que ellos mismos crean, para alienarnos y pensar de manera a la que ellos les favorezcan.
Marcuse lo dice, la libertad se puede convertir en un poderoso instrumento de dominación.
¿La libertad? ¿O nuestra idea de libertad? Pensar en lo que nos plantea Marcuse me hace recordar el libro 1984 de George Orwell.


Imágen de:http://reysombra.com/wp-content/uploads/2009/10/1984.jpg
Esta obra nos muestra el modo de vida de una sociedad que está totalmente vigilada por una Nación, que manipula el modo de pensar, de vivir, de actuar de cada uno de los individuos.
Al paso del tiempo, siempre ha habido casos de sociedades manipuladas por sus gobernantes o por los medios masivos de comunicación.
Lo que nos muestra este libro, es que muchas veces los gobernantes, siempre buscan tener más influencia sobre sus gobernados, que sean lo más ignorantes, para así tener más control sobre ellos; esto se logra invirtiendo muy poco en  educación y tratando de alinear más a la sociedad por medio de los mass – media.
En este libro se menciona a un MINISTERIO DE LA VERDAD encargado de controlar a los medios de comunicación, la cultura, las bellas artes, etc. Esto puede considerarse, como el poder que tienen los medios de comunicación sobre la sociedad actual.
El poder que tienen sobre decidir que nos pueden dar a conocer y que no, que publicar, hablar, los programas que nos muestran, corregir o mostrar actitudes que hagan aparecer o hagan crecer a las figuras de poder que ellos mismos nos imponen.
El papel que juega El Gran Hermano en esta historia, es el poder que tienen los gobernantes y los medios sobre nosotros, al final ellos son los que regulan nuestras acciones, opiniones y nos manipula gracias al poder que nosotros mismos les hemos dado.
¿Entonces realmente somos libres de pensamiento?
Estamos totalmente cegados por su poder, y no nos atrevemos a cuestionar sus métodos para gobernar o manipular, esto se debe en  gran parte a los medios de comunicación.
Uno de los  lemas del gobierno que nos muestra este libro es: “la ignorancia es la fuerza” La historia de El Gran Hermano no está totalmente alejada de nuestra realidad, ya que se ha visto que para los gobernantes, la ignorancia de su pueblo es lo que los ha fortalecido.
Llamemos ignorancia al hecho de que nos hacen creen que elegir entre varios candidatos nos hace libres de elección. Podemos serlo, pero son candidatos que las mismas personas con jerarquía y poder nos han impuesto para gobernarnos, no tenemos más opciones, más que esas.



La ignorancia de un pueblo en cierto modo es culpa de la sociedad, pero más culpa lo es de  nuestros gobernantes, al no crear una cultura a la educación, a querer saber más, a la lectura. En nuestro país el mundo de los medios de comunicación es tan grande y poderoso, que la mayoría de las personas prefieren sentarse a ver un programa poco educativo en televisión, a sentarse a leer un libro.
Esto ayuda demasiado a los gobernantes de este país o de cualquier otra nación, ya que si existiera una cultura hacía la lectura, la gente aprendería a cuestionar, y esto generaría reproches a la manera de gobernar y a las decisiones tomadas por nuestros gobernantes, ya que leer ayuda a pensar. Para ellos nuestra ignorancia, la ven como nuestra libertad.
Todo tiene que ver con el poder, el capitalismo, los productos. Para los políticos y los medios de comunicación hemos dejado de ser humanos y hemos pasado a ser objetos para el consumo y la manipulación; lo antes visto sobre los explotadores y explotados.
Sería bueno un cambio total, que la gente se diera cuenta de la situación tan crítica en la que estamos viviendo de manipulación, sumergidos por el poder y la corrupción. No es posible que nos guste vivir en la ignorancia, lo fácil, en la deshonestidad y sobretodo en que sigamos confiando en lo que los políticos y los medios de comunicación nos muestran.
En realidad esto nos muestra que el ser humano no es autónomo, por lo tanto no es libre totalmente, siempre tiene limitantes.
La libertad no es un valor supremo, y no todo está permitido, hasta en la libertad de pensamiento se limita al hombre por las ideologías que las crean, de él depende crearse otras y no ir con la masa.
No se puede ver tanta maravilla junta como la gente cree, hacer lo que se quiera, en realidad nunca es ni será así, y si no se ve es porque simplemente el concepto de libertad es ficticio, falso e idealizado, y del cual cada quién tiene su propia interpretación.

1 comentario:

  1. Me parece muy interesante conjugar a Marcuse con 1984, permite mayor riqueza y argumentación en las opiniones que expresas. Sigan con este tipo de textos, indica que analizan los temas y que existe la capacidad de crítica para fusionarlos.

    Alma Silva

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