Cambios para un nuevo rumbo

Por: Atziri Mora

Debemos tener presente los cambios que en nuestro contexto surgen a diario, pero sobre todo tener en cuenta que un problema puede resultar una oportunidad, una oportunidad para un líder, la mejor manera de vencer y de enfrentar cualquier problema o crisis.

Para ello debe tomarse en cuenta y estar dispuestos sobre todo a dar el 100% de nuestras capacidades y habilidades, ante todo momento tenerlas muy presentes, para que cualquier punto marcado en nuestra visión pueda lograrse.

Un líder puede encontrarse y formarse sí está dispuesto a desplegar todo el potencial que puede desarrollar. Para ello debe estar consciente a los cambios y adaptarse a ellos, pero sobre todo a saber producir cambios. Salir de lo ordinario es lo que necesitamos para lograr una innovación, poder envolverse con el proceso de agregar un valor más a su empresa en cuanto a la toma de decisiones, el envolvimiento con los clientes y la competencia.

Para poder tener una visión amplia y llena de cambios es necesario tener en cuenta que la voluntad y la decisión son puntos clave para poder desplegar un buen liderazgo y tener un campo amplio de las circunstancias, al saber que la oportunidad está en todo el contexto y en toda la gente que colabora.

 En ocasiones debemos perdernos del rumbo que tenemos marcado para encontrar estas nuevas oportunidades de cambios, aunque debemos tener cuidado que cuando queramos volver o tomar algún rumbo debemos tomar en cuenta todas las circunstancias, porque si no lo hacemos podemos perder el rumbo, caer en el fracaso o en la mediocridad. Para encontrar nuestro camino debemos perdernos un poco para así poder orientarnos.

No siempre estaremos en lo correcto, debemos tomar en cuenta nuestros errores para así poder ubicar e ir en busca de mejores oportunidades. Y que los problemas no sean mayores a las oportunidades. Para ello se requiere del cambio y de una renovación desde el interior de la organización para así poder ofrecer un mejor servicio, no podemos quedarnos estancados en un mismo punto, debemos cambiar hasta el punto de convertir lo imposible en algo próximo o realmente posible.